


Hoy sábado 15
de noviembre, como todos los años, llegan a mi terraza las nuevas crías de
agapurni que se escapan de las jaulas de sus confiados dueños. Estos animales son muy listos y aprovechan cualquier oportunidad para escaparse. Sacan los comederos, aprovechan cuando limpian sus jaulas e incluso saben abrir las puertas, son muy listos.
EL años pasado vinieron 3 y este años nuestro nuevo inquilino, el de la cabeza negra, llegó y
facilmente entró en la jaula para comer.
La palabra
Agaporni tiene origen griego y significa justamente, "pájaro del amor". Según la leyenda, estos pájaros son
monógamos, o sea, eligen una única pareja de la que son inseparables y cuando uno de ellos se muere, el otro no acopla nunca más. No os
preocupeis, es un bulo, como las personas, a Rey muerto, rey puesto y a seguir viviendo.
El
Agaporni es un compañero de bellas tonalidades y reducidas dimensiones, con unos trinos característicos que traen alegría a cualquier hogar.
Además de la belleza, los
Agaporni poseen un carácter alegre, vivaz, sociable y juguetón. Son compañeros divertidos y cariñosos.
Pertenece a la orden de los
Psitaciformes y pueden llegar a desarrollar la capacidad de emitir sonidos por imitación, pero no de hablar tal y como lo harían sus parientes los loros.
Todos los
Agaporni son originarios del continente africano, excepto una de las especies, la cana, que viene de la Isla de
Madagascar.
Los pájaros del amor son longevos, llegando a cumplir quince años los ejemplares que han sido cuidados a conciencia evitando enfermedades.
A los
Agaporni les gusta el baño, por eso, las aves criadas en ambientes cerrados deben tener la oportunidad de bañarse regularmente, excepto en los meses de invierno. Si no pueden hacerlo, hay que
pulverizarlas con un pulverizador de plantas de jacto ligero. Este cuidado debe tenerse en los meses de verano.
Magdalena
Alemany.